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DESENMASCARAR MICROCRÉDITOS ONLINE. PARTE 2

Desenmascarar microcréditos online. Parte 2

Como habíamos prometido, en este post os mostraremos el resto de factores que os enseñaran a diferenciar entre microcréditos online seguros y fraudulentos. Al fin y al cabo, esta clase de servicios financieros está a la orden del día en nuestro país.

Y es que desde la crisis del 2008 en España cada vez menos personas son capaces de llegar a fin de mes y mucho menos ahorrar. Al haber cada vez mayor número de familias sin ahorros es lógico que éstas soliciten ayudas como los préstamos online para poder pagar los imprevistos de última hora.

Sin ir más lejos, el pasado año 2019 este tipo de negocio movió más de 2700 millones de euros en España. Tras conocer que los micropréstamos online no suelen superar la cifra de los 1500 euros, podemos afirmar con rotundidad que el número de solicitantes es muy alto.

En definitiva, los ciudadanos españoles estamos cada vez más habituados a este tipo de préstamos o créditos que se ofertan a través de las nuevas tecnologías.

Como ya hemos dicho en el anterior artículo, Internet es una de las mejores vías para solicitar prestamos, en especial microcréditos online. Esto es así, entre otros motivos, gracias a la facilidad, comodidad y rapidez que los prestamistas brindan a sus clientes a través del mundo digital.

Sin embargo, y como también os explicamos, no todos los particulares y compañías de préstamos en línea son de fiar. Con el fin de que evitéis timos relacionados con este servicio financiero, en el anterior articulo os hablemos de elementos como el certificado AEMIP o el protocolo HTTPS. Pues bien, ahí van él esto de pautas que debéis seguir antes de firmar un contrato de este tipo.

5.Adelantos de dinero: puede sonar ridículo, pero es así. Algunos prestamistas exigen a sus clientes el abono de la primera cuota antes de darle el préstamo. ¿No tiene mucha lógica, vedad? Generalmente, cuando una persona pide un préstamo es porqué necesita crédito para poder hacer frente algún imprevisto o el pago de una deuda.

Si encima hablamos de micropréstamos online, cuya cantidad de crédito es muy pequeña, la cosa se torna aún más preocupante. Si tras solicitar en alguna plataforma de Internet un microcrédito, el prestamista os pide un adelanto «huir como alma que lleva el diablo».

Una compañía de préstamos -tanto bancarios como en línea- que se precie nunca procede de esta manera con sus clientes. Entre otros motivos, por que de esta forma lo único que conseguirían es que el cliente pierda el interés. Imaginad que necesitáis un crédito urgente porque de lo contrario podéis perder la casa o el automóvil.

¿Quién en su sano juicio y sabiendo vuestra situación os pediría dinero por adelantado? Por tanto, descartar esta propuesta al momento, porque no es más que otra forma de quedarse con vuestro dinero a costa de vuestra situación.

6.Fijaros en el navegador: cuando llegaron los micropréstamos online a nuestro país en 2008 la mayoría de los navegadores no eran capaces de evitar las páginas con virus o maliciosas, salvo que se contase con un buen antivirus. Sin embargo, diez años después la cosa es muy diferente.

En estos momentos navegadores como Google Chrome o Firefox incluyen una serie de elementos que consiguen bloquear de forma satisfactoria cualquier página que pueda ser maliciosa.

¡Hacer caso a vuestro navegador cuando éste os indique que la página a la que estáis accediendo no es segura! Verificar siempre que aparezca un candado junto a la dirección de la web, ya que eso significa que se trata de un sitio seguro.

¡Ojo! no acaba aquí la cosa. También debéis tener mucho cuidado a la hora de instalar extensiones en el navegar. Cuando hagáis esto, aseguraros de que la compañía sea conocida y tenga buena reputación. De lo contrario pueden intentar induciros a webs maliciosas.

7.Cuidado con el phishing: aunque es una técnica de robo de datos personales muy conocida, todavía hay quienes la desconocen. El phishing consiste en enviar de manera aleatoria una gran cantidad de SMS o correos electrónicos por parte de una compañía financiera solicitando los datos bancarios de los clientes.

Esto ocurre, incluso, sin que nosotros hayamos pedido un préstamo o buscado en Internet algo relacionado con dicho tema. Y es que por Internet pululan muchos hackers capaces de extraer todos los datos bancarios de una persona. Para ello solo necesitan que ésta haga click en un enlace que les aparece en el SMS o el correo electrónico.

Por ejemplo, un email de Amazon pidiéndonos que pulsemos un enlace para introducir nuestro usuario y clave de acceso. Si nos ocurre esto lo mejor es que desconfiemos y nos dirijamos directamente a la página de Amazon.

En otras ocasiones, los prestamistas fraudulentos envían directamente al cliente un enlace donde debe poner sus datos bancarios para acceder a dicho préstamo, por supuesto, sin que éstos lo hayan pedido. Tanto si es el primero de los casos como si es el segundo ¡ignorarlos!

Obviamente, esta clase de servicios financieros no sería tan popular si todos fueran un timo. En realidad, hay muchas empresas y particulares honestas. Llegados a este punto, es aquí donde cada uno debe valorar si de verdad le tiene cuenta o no solicitar un préstamo de este tipo.

Por supuesto, tras conocer los intereses que deberá pagar. De todos modos, una compañía de microcréditos online es segura cuando el pago de la deuda se puede hacer con tarjeta de crédito.

Un prestamista también es fiable cuando en el contrato especifica claramente que el cliente deberá abonar más dinero si se retrasa en el pago (intereses por demora). Si no sabéis con seguridad cuando podréis pagar las cuotas del préstamo, lo más sensato es que busquéis otras formas de financiamiento. Soluciones que sean mucho más económicas y, sobre todo, rentables a largo plazo.